Hogar y Familia
La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentaran los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva
Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se conviertan en una escuela de perdón.
No es el mundo el que está en decadencia. Ni la corrupción, ni la delincuencia, ni la prostitución, ni la droga se ha sembrado en la calle. Todo aquello que tenemos, tiene su origen en el seno de la familia. Son las familias las que decaen y cuando pierden su esencia, la persona se autodestruye irremediablemente.
Definitivamente, en una crisis como esta no se trata de buscar culpables, sino de encontrar soluciones y de tomar cada uno la responsabilidad que le corresponde.
La motivación de gestar ámbitos familiares en las periferias geográficas y existenciales ha orientado la decisión de tener una Consejería familiar que ayude a contener a las familias con mayor riesgo de desintegración. La buena noticia, es buena noticia para la familia, de ahí que realizamos cursos que iluminen a la familia en la educación de los valores. En escuela de padres implica trabajar sobre el medio ambiente por el cambio del estilo de vida que esto conlleva.
Oración a la Sagrada Familia
Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret,
haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica.
Amén.
